miércoles, 15 de abril de 2015

LOLA T160



Muy buenas.

Nuevo proyecto, en este caso para intentar dar nueva vida a una vieja carrocería de Strombecker, un Lola T160 (que raro, yo haciendo un Lola). Un coctel curioso, un coche inglés, creado por una marca de slot americana, y fabricado en "Jonkon".

Al lio.

2 asientos útiles, colocados a ambos lados de la línea central del coche, y dos puertas “practicables”.
Las ruedas cubiertas por la carrocería (al menos) en un 60 % de su anchura.
Motores que funcionen con gasolina, y que no sean de origen aeronáutico.
Tener, al menos, una luz de freno y ... y ya!. 
Ese era el reglamento básico del Grupo 7, con la que se rigió la CAN-AM entre 1966 y 1974.

 
Este reglamento, dará lugar a monstruos con todo tipo de configuración aerodinámica, alerones y espoilers de tamaño familiar, efecto suelo, tomas dinámicas, ruedas de 24 pulgadas de ancho… y mecánicas bestiales, sobre todo desarrolladas sobre los Big Block de Chevrolet (aunque también Ford y Oldsmobile) que llegarán a dar 900 cv, o el Porsche 917/30, que en clasificación llegó a entregar 1580 cv.


Desde luego, no se puede decir que fuese muy estricto. Era la competición entendida al mas puro estilo Americano.

La temporada del 66 fue ganada por John Surtees, conduciendo un Lola T70. 


Para la temporada siguiente, LOLA decide crear un nuevo tipo, nacido ya como Grupo 7 bajo ese “asfixiante y restrictivo” reglamento, y presenta el T160, con números de chasis SL160/##. Fabricará un total de 12 unidades.

Aun no han llegado los tiempos de las “alas” y las anchuras de portaaviones, y al inicio de la temporada, el T160, se viste con fibras de formas curvas y agradables, que poco a poco, a lo largo del año, irán hipertrofiandose, alargando el morro, ensanchando las caderas y “naciendoles” alerones.




El T160 de Strombecker, tiene esas formas iniciales bien definidas y, aunque cueste creerlo, sobre todo viendo los Grupo 7 de Carrera y otras marcas, está a la escala correcta.

Lo único que no me gustaba, era el cockpit, plano y soso, así que, lo lógico, si quería añadir el T160 a la vitrina, y dado que no tengo especial interés en conservar las piezas en su estado original, era hacerle un interior en condiciones, y ya puestos, dar un repaso al resto de la carrocería… todo eso, después de conseguir una carrocería claro.


E-bay me permitió hacerme con una en un estado bastante bueno (en Canada), con algunos fallos en el parabrisas, pero bastante bien el resto.


Lo primero desmontar y guardar a buen recaudo el transparente para que no sufra mas, y después de decidir no modificar el morro (la idea inicial era alargarlo un poquito, pero al final, decidí hacer el coche que Chuck Parson utlizó al principio de la temporada) y marcar la linea de apoyo del transparente, es el momento de sacar la Dremel.


Una vez abierto el habitáculo, hay que retocar algunas cosillas, como los encajes del parabrisas original, rechupes y líneas de molde, algún pequeño roto, hacer el reborde de los pasos delanteros… por el interior, había que eliminar los tetones originales, ya que la idea es hacer el interior completo y ponerle un motor trasero, transversal, que implica hacerle un chasis a medida y recolocar los tetones, y repasarlo un poco.


Así es como quedó una vez hechos los trabajos y con una (bueno, vale, dos) manos de imprimación.

El trabajo del habitáculo lo dividí en dos partes; por un lado el cockpit en si, incluyendo el arco delantero que dará soporte al salpicadero y volante, y por otro, la capilla que lo cubre y cierra el habitáculo.

Partiendo de un interior de la caja de desguaces y plásticos varios, fue saliendo un habitáculo con cierto parecido al del coche, que después de algo de masilla, lija y pintura, queda... aceptable, al menos bastante mejor que la placa original. A falta de retocar pintura y colocar piloto y cinturones (que será lo último una vez montado) este es el aspecto.


En cuanto a la capilla, está hecha con plástico de 1 y 0.3 mm, intentando respetar las formas originales.


El chasis será una lámina de plástico de 1mm, con unos refuerzos longitudinales, que servirán de fondo y apoyo al interior (y para esconder los cables del motor a la guia) la cuna del motor (provablemente de Fly) y a la pieza delantera (sobrante de los universales de SlotClasic) con soporte de guia, eje delantero y tornillo.

Seguimos. Ya ha recibido el color, un poco excesivo quizas este naranja, pero... como en las fotografías de la época no queda demasiado claro cual era el color auténtico y no desentona demasiado con las decoraciones del campeonato, pues se lo queda. En cualquier caso, las fotos del teléfono tampoco son una virguería en cuanto a fidelidad de color... ni de nada; las rejillas que hay tras la barra tienen el fondo negro, y la rejilla en si, en aluminio... y parece todo negro.


La zona baja de la carrocería en aluminio y barra en negro (es la original del coche, metálica, pero un poco reducida su altura y pintada). Tambien he pintado en negro el interior de toda la parte trasera, ya que, aunque una vez montado y con las ruedas, apenas se verá nada, lo poco que se vea, no cantará. 


En cuanto al motor (culatas y admisión), mi intención era dejar el original, con un poco de pintura y listo (de hecho ya estaba pintado y esperando para montarlo), peeeero esto de "la internete" es muy malo, y vi una foto que me hizo gracia y... 


... y ¡venga!, un poco mas de pintura, y otro retoque y... y terminé por cortar las trompetas de plástico y sustituirlas por unos terminales electricos, que le dan un poco mas de altura, y otro poco de gracia.



Llega el momento de ir juntando piezas, y de buscar en el cajón esas piezas y detalles que le darán vida; algún resto de fotograbados para las tomas de la cola, otro par de terminales electricos para los escapes, la parte visible de una vieja caja de cambios copiada en resina... un piloto de Fly, una cabeza acorde con la época del coche... en un principio tenía intención de poner la original de la carrocería, pero como me gustan especialmente la de MRRC, y en el cajón había varias, pues una de estas.

Las llantas han sido cedidas por un T280 de Sloter y, tras perder la palomilla central, han recibido unos retoques de pintura en negro y aluminio, y un poco de "guarrineo"  para matar el brillo plasticoso y parecerse un poco mas a las originales.



Este es el aspecto que tienen las piezas juntas, simplemente apoyadas, sin unir, para ver el efecto. Aún queda bastante trabajo de ajuste, retocar el parabrisas original para adecuarlo a su posición, y alguna cosilla mas, entre ellas, hacer las calcas... en realidad imprimirlas, porque dibujadas ya están, pero como las letras "SIMONIZ" tienen el borde blanco, aun no se como lo voy a solucionar. Ya se verá. 

Esta es la deco, a falta de pequeños retoques de tamaño en algun logo. Logicamente, esta imagen está a poca resolución y con el fondo en un color plano, para ver el blanco, pero este color de fondo, habrá de desaparecer a la hora de la impresión.


Tras unos días de parón, vuelvo a la carga con Lola.

El primer problema a solucionar, es el parabrisas. Aunque la carrocería estaba en un estado bastante bueno para sus años y uso, el transparente tenía un par de taras, un mordisco en la parte delantera, y faltaba uno de los enganches que se metían en la carrocería, que en si mismo no es un problema, ya que tenía que eliminarlos todos, pero es que ademas del tetón, faltaba un trocito del parabrisas de 2*4 mm. Con una lima y mucho cuidado, he rebajado la altura aprox. un milímetro en todo su contorno, con lo que lo del mordisco se solucionó, pero en la zona del tetón que le faltaba, queda pequeño "crater" que no era tal sencillo de rehacer.

Despues de fijar el parabrisas en su sitio, con cola blanca, he rellenado la falta con la misma cola (en varias veces, dejando secar entre ellas), pero, aunque he recuperado el volumen de la zona, era perfectamente visible que no estaba bien.

Como solución, he impreso en calca un "fleje", en negro, con sus remaches, simulando la sujección del parabrisas a la carrocería, y aunque no es la mejor de las soluciones, no queda mal del todo.

Las calcas ya están impresas, y mis dudas sobre lo mucho o poco que cubriría el blanco, se han despejado, cubre perfectamente y la calidad de la impresión es bastante buena, así que he empezado a ponerlas.




Curioso como cambiar el color con luz. 

Calcas puestas. Ahora, una vez que esten bien secas y asentadas, los retoques finales: marcar alguna sombra y paneles, algun pequeño retoque de pintura, un poco de mierda (marca de la casa), y unir carrocería y chasis.


Y así es como queda, una vez puesto sobre su chasis, y con unos pequeños toques de...





Otro que pasa a la vitrina.

A cuidarse.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Las leyes del modelismo (o la innata torpeza)



Muy buenas.


Después de algún tiempo con la afición en estado de abandono, y gracias al regalo de un par de amigos, he vuelto a coger la lima, y me he dado cuenta de que he perdido “habilidades”... a parte de mucha vista.


Lo de la vista lo he “solucionado” mangándole unas lupas de bordar a la parienta, pero lo de la habilidad…


El caso es que me hizo ilusión ponerme de nuevo al asunto y, a medida que avanzaba en la construcción, iba cometiendo todos los errores posibles, y metiendo la pata en todos los charcos.


Eso, me hizo recordar algunas de las LEYES DEL MODELISMO, que había leído hace tiempo y que, cualquiera que en alguna ocasión le haya dedicado tiempo a construir o modificar un coche, reconocerá al momento.



Ley universal del modelismo: Si algo puede salir mal durante la construcción, saldrá mal.



Las 10 eyes Generales sobre la construcción.



1. No hay kit tan sencillo que no se pueda montar mal.

2. Cuando todo parece encajar bien, es porque hemos hecho algo mal.

3. Todo espacio libre en la casa es susceptible de ser ocupado por cajas y/o coches sin montar.

4. La mesa de trabajo está siempre más desordenado que la última vez.

5. Ese aerógrafo, que durante la prueba funcionó perfectamente, empezará a “escupir” en cuanto lo pongas delante de la carrocería.

6. El pegamento forma hilos y vapores solo en presencia de piezas transparentes.

7. Con la presión correcta, cualquier pieza se puede romper.

8. A mayor cantidad de material de referencia, mayor confusión.

9. Si pierde una foto del coche, era esa la que tenía la información precisa que necesitas.

10. Existe material de referencia y existen coches, pero nunca coexisten en el momento apropiado, el material de referencia necesario aparecerá tras terminar el coche.



Leyes de las piezas pequeñas.



1. La probabilidad de que una pieza se caiga al suelo es inversamente proporcional a su tamaño.

2. A mayor similitud entre el color de la pieza y del suelo, mayor probabilidad de que se caiga.

3. Una pieza que caiga al suelo, rodará hasta la parte más inaccesible de la habitación; si lo que cae es una herramienta pesada y/o con filo, caerá directamente sobre tu pie.

4. Tan pronto como te muevas para encontrar la pieza, esta se colocará bajo tu pie.



Ley progresiva del modelo imposible.



Siempre hay un coche que queremos tener, por la razón que sea, y que nunca nadie se anima a hacer, así que:



1. En cuanto lo construyas a scratch, alguien pondrá a la venta un vacu o una resina del mismo modelo.

2. Tan pronto como construyas ese vacu o resina, otro fabricante lo sacará en plástico, con mejor definición.

3. Tan pronto como te hagas con él y le metas mano, algún otro fabricante, falto de escrúpulos, pondrá a la venta uno mejor, mas detallado y con la deco que tu querías.

4. El coche que quieres, nunca estará en oferta.

5. No importa cuanto tiempo o lo difícil que resultó conseguir un coche, una vez conseguido, a precio de escandalo y en el culo del mundo, estará en oferta en tu tienda habitual.



En fin, Felices Fiestas a todos, y prospero 2015.
A cuidarse.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Chevron B8 GT JCB Le Mans 1969



Derek Bennett, un inglés nacido en 1933, ingeniero autodidacta y piloto aficionado bastante hábil, obtiene en 1962 los permisos necesarios para la construcción de coches de carreras, y empieza a organizar competiciones y eventos a nivel de club, terminando por construir un único ejemplar de un fórmula Junior, con el que obtuvo resultados “discretos”. Estas competiciones de formulas con motor trasero fueron un buen aprendizaje para él, pero la época de los fórmula Junior tocaba a su fin.

En 1965 Bennett decide establecerse como constructor con la marca Chevron.


Cuando en 1967, crea el B8, los Chevron ya competían en pruebas internacionales, y Bennett era consciente del handicap que suponía  que sus coches fuesen catalogados por la FIA como prototipos, tocándoles competir en inferioridad de condiciones con Porsche y Ferrari. Para solucionar esto, se decidió a homologar el B8, como Grupo 4.


La FIA obligaba a fabricar al menos 50 chasis para conseguir la homologación en Grupo 4 y Bennett  les convenció de que lo haría, de manera que se lo homologaron en mayo de 1968, aunque, al final, solo construyó 44 entre 1967 y 1970.



El B8 utiliza el mismo diseño que los anteriores GT construidos por Bennett. El chasis es del tipo tubular, construido en acero, al que se le incorporan paneles de aluminio remachado para aumentar la rigidez. El motor está situado en posición central posterior y la carrocería está compuesta, básicamente, por cinco elementos construidos en fibra de vidrio.


Un amigo me regaló esta carrocería, que alguien clonó de un MMk con todas las piezas puestas, y en principio, la idea era hacerlo de calle, pero al final, terminó siendo el coche de Le Mans del 69.

Tras la limpieza y lija de rigor, la imprimé y pinté en amarillo. Como de costumbre, antes de la primera (y única) capa de barniz, pinté tapones, entradas de aire y demás, con acrílicos de tamiya, y marque paneles y alguna sombra en tapones y zonas "oscuras".


Para el interior, un busto de los de Enric Joeslot y cabeza de MRRC (los kits de carrocerías traen un montón de piezas de sobra, muy útiles, de hecho, el espejo exterior también es de uno de estos), tres cachos de plástico para hacer la bandeja y el salpicadero, y un par de respaldos salidos del cajón de restos. Faros y limpia de Lagartija (fantásticos como siempre) completan la carrocería.


Para el chasis, el de siempre, con material del cajón, y las llantas, copia en resina de las de Fly, se pintaron en gris oscuro el centro, y aluminio el aro, y después de barnizadas, se guarrearon un poco para que tuvieran volumen.


En cuanto la deco, como no conseguí la original, la dibujé e imprimí en casa en papel para inyección de A2m.




Así quedó al final.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Porsche 550 Le Mans 1957


Diseñado por Edwin Komenda inspirándose en el trabajo de Walter Glockler (sobre su 356 con el fin de adecuarlo a las carreras)y como evolución del 356, el 550 es presentado en el salón de Paris del 53.

Es un spider puro, sin techo de ningún tipo (aunque tres de las primeras unidades montaron un techo metálico desmontable) y con un perfil muy bajo (solo 101 cm de alto), construido sobre un chasis de tubos de acero, cubierto por una fina piel de aluminio. El peso en vacío se quedaba en unos 590 kg, que unidos a los 110 cv que daban los 1498 cc de su bóxer de 4 cilindros en aluminio, refrigerado por aure, le permitían lanzarse hasta los 220 km/h. A la hora de pararlo, la cuestión era encomendada a cuatro tambores de 280 mm, a los que se atornillaban llantas de aluminio de 16 pulgadas.




Además de por su belleza y su “habilidad deportiva”, el 550 se hizo famoso en todo el mundo tras morir  James Dean, al volante de uno de ellos.



En 1957, el Equipe Nationale Belge, alineó en Le Mans, uno de estos pequeños 550 (chasis 550-0082), pintado del habitual amarillo del equipo, con el dorsal nº 60. Fue conducido por Claude Dubois y George Hacquin, durante 70 vueltas, momento en el que fueron descalificados por un repostage antirregalementario.


Me resultó agradable ver un 550 en un color distinto al gris habitual de Porsche, así que, como tenía un Ninco de la Panamericana que no me decía “ná”, y siempre me había parecido indecente la costura que el pobre lucía a media carrocería, decidí darle solución.

Tras el desmontado total, una manita de lija para eliminar tampo y pintura… y de paso las marcas de molde, rellenar el agujero del encastre del cristal monoplaza y poco mas.
Decidido a eliminar la costura original a mitad de coche, tanto en laterales como en morro y culo, he separado esas partes de la zona central del chasis para unirlas a la carrocería y, posteriormente, rellenar y disimular la unión, con masilla.

También he aprovechado para hacerle las cinchas de cierre de los capóts, en plástico.



Tras la lijada general, una capa de imprimación, y sobre ella, una de blanco y tres de amarillo TS-47 de Tamiya, respetando los tiempos de secado y con una lijadita entre ellas.


Después, lo habitual, separar paneles con Smoke, detalles con acrilicos de Tamiya y una vez seco, volver a montar las piezas en su sitio. El escape, está hecho con un par de recortes de tubo de evergreen.


El interior y el piloto, son los originales, retocados de pintura, aunque con una cabeza de resina de las que hace Joeslot. Para el cristal, a partir de uno de un Jaguar e, de altaya, que estaba rajado en la parte trasera, corté la forma aproximada, y después, con lima y lija le di la forma definitiva y después, una sesión de pulido.



Para simular la goma de ajuste, un poco de pintura negra en la parte inferior, y para terminarlo, de unos resto de calca gris, una tira de 1mm aprox. para simular el "fleje" que sujetaba el parabrisas. Está fijado en su sitio con Cristal Clear.


La decoración, se imprimió en casa, como de costumbre sobre papel A2M, para inyección.


Y este es el resultado final.


A cuidarse.