Derek Bennett, un inglés nacido en 1933,
ingeniero autodidacta y piloto
aficionado bastante hábil, obtiene en 1962 los permisos necesarios para la
construcción de coches de carreras, y empieza a organizar competiciones y
eventos a nivel de club, terminando por construir un único ejemplar de un
fórmula Junior, con el que obtuvo resultados “discretos”. Estas competiciones
de formulas con motor trasero fueron un buen aprendizaje para él, pero la época
de los fórmula Junior tocaba a su fin.
En 1965 Bennett decide establecerse como constructor con la marca
Chevron.
Cuando en
1967, crea el B8, los
Chevron ya competían en pruebas internacionales, y Bennett era consciente del
handicap que suponía que sus coches
fuesen catalogados por la FIA como prototipos, tocándoles competir en
inferioridad de condiciones con Porsche y Ferrari. Para solucionar esto, se
decidió a homologar el B8, como Grupo 4.
La FIA obligaba a fabricar al menos 50
chasis para conseguir la homologación en Grupo 4 y Bennett les convenció de que lo haría, de manera que
se lo homologaron en mayo de 1968, aunque,
al final, solo construyó 44 entre 1967 y 1970.
El B8 utiliza el mismo diseño que los anteriores GT construidos por Bennett. El chasis es del tipo tubular, construido en acero, al que se le incorporan paneles de aluminio remachado para aumentar la rigidez. El motor está situado en posición central posterior y la carrocería está compuesta, básicamente, por cinco elementos construidos en fibra de vidrio.
Un amigo me
regaló esta carrocería, que alguien clonó de un MMk con todas las piezas
puestas, y en principio, la idea era hacerlo de calle, pero al final, terminó
siendo el coche de Le Mans del 69.
Tras la limpieza y lija de rigor, la
imprimé y pinté en amarillo. Como de costumbre, antes de la primera (y única)
capa de barniz, pinté tapones, entradas de aire y demás, con acrílicos de
tamiya, y marque paneles y alguna sombra en tapones y zonas
"oscuras".
Para el interior, un busto de los de
Enric Joeslot y cabeza de MRRC (los kits de carrocerías traen un montón de
piezas de sobra, muy útiles, de hecho, el espejo exterior también es de uno de
estos), tres cachos de plástico para hacer la bandeja y el salpicadero, y un
par de respaldos salidos del cajón de restos. Faros y limpia de Lagartija (fantásticos como siempre) completan la carrocería.
Para el chasis, el de siempre, con
material del cajón, y las llantas, copia en resina de las de Fly, se pintaron
en gris oscuro el centro, y aluminio el aro, y después de barnizadas, se
guarrearon un poco para que tuvieran volumen.
En cuanto la deco, como no conseguí la
original, la dibujé e imprimí en casa en papel para inyección de A2m.
Así quedó al final.